lunes, 24 de octubre de 2011

Los árboles son testigos

                                                             

Ellos son  silenciosos amigos
en mis largos paseos.
Si   tan sólo mirarlos,                                                                                                                                  
navegamos por dulces recuerdos…
Ya de niña  sabían cuidarme
y con ellos podía esconderme;
Eran ellos tan altos
Y con ellos jugaba a hamacarme…
Hoy los vuelvo  a encontrar
Y me ofrecen sus sombras y aromas…
¡Son testigos de bellos amores!
Entre ellos y yo los recuerdos…
Entre ellos  y yo, solo soles...
Mis hermanos jugando a mayores
Entre ellos y yo no hay temores…
Si sabré que ellos son mis testigos;
si habrán visto jugar a mis hijos,
tú con ellos y nada he perdido…
Tú con ellos: mis mejores amigos…
                                                               Alicia Ibáñez



1 comentario:

  1. Te admiro por armar este blog, me parece una excelente iniciativa. Leí tus poesías,me parecieron muy sentidas. El recuerdo de tu abuela, tu vivencia como ex alumna, la apelación al leñador, cuántos hay que simbolicamente son leñadores de otros y no justamente árboles, y otra vez los árboles testigos del vivir. Te felicito. Un abrazo, Mari.

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