lunes, 18 de junio de 2012

A mi Morenita Gaucha

        Virgencita de mi Patria
        de mis tierras Argentinas,
        hoy te pido con el alma
        que con Amor la bendigas.

        Extiende tus Dulces Ojos
        hacia estos campos floridos,
        Tú que cual Madre, siempre
        los arrullas con cariño.

        Cuando escucho el Teru- Teru
        en solitarios baldíos,
        cuando se acerca a galope
        un gaucho con tantos bríos...

        Exclamo henchida de gozo
        entre cien y mil suspiros:
       ¡ Virgencita de mi tierra
         bendice al Gaucho Argentino!

       Cuando gime una guitarra
       escondida entre los cerros,
       yo sé que cual Madre escuchas
       esos sus dulces lamentos...

      Cuando altiva mi Bandera
      sube triunfante hasta el cielo,
      que Tus brazos la reciben
      no sé porque lo presiento...

     ¡ Virgencita de mi Patria
      de mis Tierras Argentinas
      para Tí son mis cantares
      para Tí, mi poesía!
                                             Alicia Ibáñez
     
25 de Mayo de 1959 y declamada por alumnas
de los 3° grados  del Instituto de Tierra Santa en 1985.

sábado, 28 de enero de 2012

A Betti con cariño

Alma que te abres a la vida
cual lozana y exquisita flor
que Dios guíe tus pasos a tu senda
y de siempre a tu vida, el esplendor.

¡ Esplendor palabra que en la mente
resuena en embriagante brillantez
que repite el corazón mil veces
y anodadado se pregunta ¿que seré?

¿Seré luz que alumbre a los que a oscuras
viven siempre entre las dudas y el dolor?
¿Seré claro amanecer en el ocaso
de otras vidas que yacen sin amor?

¡ Sí, podré un día quizás no tan lejano
desprenderme de mi inquietante lid,
arranque tal vez pequeñas sombras
y que alumbre esa Luz que guardo en mí!

Feliz cumple tempraneros años
hoy todas te deseamos lo mejor.
¡La dicha siempre en torno de tu vida
y nosotras ceñidas al AMOR!

Alicia Ibáñez

domingo, 8 de enero de 2012

Calma

Sereno el mar dormía,
el padre sol su lecho acariciaba,
yo admiraba el sueño de aquel día
que recién nacido descansaba....
Sólo las aves en gigante vuelo
con sus potentes alas agitadas,
La dulce paz del cielo, perturbaban...
Sólo mi corazón ardía en el constraste
de esa bella calma,
ansiaba sumergirse en su infinito
y establecer en él, una morada...
Son instantes pequeños en la vida,
en que hallamos tan hermosa calma...
Cuando de pronto logramos lo creido,
como imposible y tan y tan lejano...
Cuando después de rezar y seguir, seguir
chocando con las piedras varias veces
la Voluntad de DIOS nos la ganamos.
Y la calma llega, llega después 
de intensas jornadas realizadas...
Y después el sueño, el cielo, el mar
y esa bella calma que transfoma el alma..
                                                                   Alicia Ibáñez de Pensavalle